29 Abr 2019 Publicado por Dietmed
La retención hídrica, es decir, la acumulación excesiva de agua en el organismo, resulta de un exceso de producción, de la retención exagerada o del drenaje insuficiente del líquido intersticial (existente entre las células), causando el edema (hinchazón). El área afectada puede ser pequeña, como también puede afectar a la totalidad de los miembros, tronco o cara, o todo el cuerpo. Son varios factores los que están implicados en la retención hídrica: aumento de la presión hidrostática en el capilar (aumento de la presión arterial), alteraciones hormonales (insuficiencia de la tiroides), utilización de corticoides, etc.
No obstante, la utilización excesiva de sal (es decir, sodio) en los alimentos supone un factor determinante, ya que, con el fin de mantener la homeostasis, el cuerpo absorberá más agua (la llamada retención exagerada).
La agua representa aproximadamente el 70% del peso del cuerpo de un adulto. El riñón es el órgano determinante para el equilibrio hídrico, ya que puede excretar varios litros de orina al día o conservar el agua (excretando menos de medio litro por día). Para mantener el equilibrio hídrico, es decir la homeostasis, los individuos sanos con función renal normal y que no transpiran excesivamente deben beber al menos un litro de líquido al día. Sin embargo, se recomienda una ingesta de 1,5 a 2 litros por día para proteger contra la deshidratación y también contra la formación de cálculos renales.
A pesar de la eficacia de los procesos de metabolización y excreción de las sustancias de nuestro organismo, existen una serie de factores del día a día que perjudican ese proceso, a saber: una mala alimentación, el sedentarismo, la polución, el tabaco y la exposición constante a los agentes agresivos. Estos factores, que exponen constantemente a nuestro cuerpo a residuos y toxinas, van a promover la acumulación progresiva de sustancias tóxicas que no fueron eliminadas.
Por eso es tan importante promover la depuración de nuestro organismo, ya que esto se traduce en una progresiva intoxicación, que predispone al organismo a enfermar y sufrir las consecuencias de la absorción de sustancias tóxicas. La acumulación excesiva de estas sustancias se puede traducir en manifestaciones tales como fatiga, digestión difícil, pérdida de apetito, dificultad para dormir, astenia.
Si no hay un proceso que ayude a eliminar los residuos, estos seguirán acumulados en el organismo y sobrecargarán los procesos de eliminación.
Así, considere algunos de los complementos alimenticios de mayor relevancia para el drenaje del organismo:
Abedul: Su nombre en latín es Betula alba o Bétula pubescens. Es un gran árbol de origen europeo y asiático, también común en las zonas templadas de América del Norte. Se encuentra en los bosques y selvas, pero también se cultiva. Pertenece a la familia de Betuláceas, siendo utilizadas sus hojas y algunas veces su corteza y las yemas.
Tiene las siguientes propiedades:
• En las infecciones urinarias y en la urolitiasis;
• Acción diurética;
• Adyuvante en el tratamiento del reumatismo;
• Evita la formación de piedras en los riñones y la vejiga.
Cola de caballo: Su nombre en latín es Equisetum arvense L. Planta herbácea vivaz, nativa de Europa, Norte de África, el sur de Asia y América en los suelos arcillosos silíceos, húmedos y oscuros.
Presenta las siguientes propiedades:
• Remineralizante;
• Tonificante del tejido conjuntivo;
• Aumenta las defensas inmunitarias;
• Diurética;
• Astringente del tracto urinario;
• Útil en caso de infecciones urinarias y en la prevención de la litiasis;
• Participa en la calcificación de los huesos;
• Fortalece el cabello y las uñas;
• Externamente en heridas y quemaduras.
Por lo tanto, recurrir a prácticas de vida saludables, bien como la fitoterapia y los complementos alimenticios, constituyen opciones útiles para ayudar a mantener la homeostasis del organismo, en particular favoreciendo el drenaje del mismo y posterior desintoxicación.
Ricardo Leite
Farmacéutico y Director Técnico de DietMed
